La Casa del Director

Y seguimos de abandonos por Galicia, y es que nunca sabes lo que te vas a encontrar cuando sales por ahí a sacar fotos en uno de los lugares donde más pueblos y lugares abandonados debe de haber por metro cuadrado, en total se contabilizan una abrumadora cifra de más de 1400 pueblos abandonados y 10.000 edificios púbicos. En este caso nos vamos a la provincia de Ourense ( y este es el único dato que voy a dar sobre la posible localización del lugar). Ourense cuenta con 272 pueblos totalmente abandonados, unos 172 pueblos con tan solo un habitante y otros cientos de pueblos que no superan la abrumadora cifra de los 10 habitantes. 

Muchos de estos pueblos, llegan a venderse a precios de saldo que rondan entre los 45.000 y los 60.000 euros con el fin de que los nuevos compradores, fundamentalmente británicos, se encarguen de rehabilitarlos. Incluso en zonas como la de Cortegada, en Ourense, aldeas enteras se están

regalando o vendiendo por la irrisoria cifra de 0 euros con el fin de que alguien se haga cargo de ellas y las rehabiliten, bien con fines rurales, o bien para uso privado del mismo.

Pes bien, como os iba diciendo, uno nunca sabe lo que se puede encontrar por los bosques gallegos, aparte de ''carballos'', eucaliptos y ''castiñeiros''. 

Y es que el sábado pasado, 13 de septiembre, quede con mi grupo, o más bien nuestro grupo de Urbex, para salir de fotografías por Ourense con la intención de encontrar algo que valiese realmente la pena mostraros. Y lo encontramos.

Aun a día de hoy no se si encontramos nosotros el abandono, o fue el abandono el que realmente nos encontró a nosotros.

Normalmente lo que uno se encuentra por los frondosos bosques de la provincia de Ourense suele ser todo tipo de vegetación, setas, molinos bajando por la ladera de los ríos y ''fervenzas'' que hacen que los ríos se deslicen con agua cristalina montaña abajo. Otras veces, sin embargo, te adentras en el bosque y vas tan tranquilo caminando bajo la frondosidad de sus árboles y te encuentras cosas como esta mansión que yo bautizo como La Casa del Director.

En este caso, la entrada de la mansión era totalmente inescrutable, y como si de una película de terror de serie b se tratase, tuvimos que entrar por una de las ventanas que dan al sótano.

Y de ahí el nombre con el que bauticé la mansión, pues encima de un televisor que debía datar sobre los años 60, encontramos un montón de sobres de destacada similitud con los actuales en los que se guardan las radiografías. Fue en ese momento cuando supimos que se trataba o bien de un médico o por sus dimensiones de un director.

Seguimos nuestra andanza por dentro de una villa que constaba del 1 sótano dividido en dos salas, y tras plantas superiores prácticamente desvalijadas, pues en su interior no hallamos nada más que muebles, menaje y baños totalmente destrozados. Con una única excepción del la ultima planta que veréis a lo largo de esta entrada.

Ya en la segunda planta nos encontrábamos en la zona de habitaciones, baños, despachos y algún pequeño salón.

Y por fin, la última planta de la casa donde para nuestra sorpresa, nos encontramos todo el Boletín Oficial del Estado.

Solo os pido una cosa, si por casualidad encontráis el lugar, haced como nosotros, no destrocéis nada y procurad dejarlo todo como esta. Gracias, comentad y compartid!!!!